Hace mucho tiempo la conocí. Y me enamoré
Le escrito cartas anónimas, canciones y de más…
Pero todo anónimo
Yo creo que he visto unos ojos como los que pintaré en esta leyenda. Quizás los soñé antes de conocerlos pero yo los vi. Eran luminosos, brillantes, bien negros.
"Herida está ella, su padre ha muerto.
Herida va, sola está
No hay duda que madre no tenía.
La tristeza la ha matado.
Le escrito cartas anónimas, canciones y de más…
Pero todo anónimo
Yo creo que he visto unos ojos como los que pintaré en esta leyenda. Quizás los soñé antes de conocerlos pero yo los vi. Eran luminosos, brillantes, bien negros.
"Herida está ella, su padre ha muerto.
Herida va, sola está
No hay duda que madre no tenía.
La tristeza la ha matado.
No hay duda que ella sí es fuerte.
Aunque sola se ha quedado
Sola la vi, caminando ella, estaba sola, la vi.
Consuelo necesitaba."
Aunque sola se ha quedado
Sola la vi, caminando ella, estaba sola, la vi.
Consuelo necesitaba."
"A un caballo subió y salió galopando.
-Señor –Murmuró mi amigo- sígala
-¡Imposible!- ¿y por qué?
- Porque la ama aunque yo solo sea quien lo sepa. –Prosiguió mi amigo-."
Muchos años pasaron, esas cartas ya no las escribía con gusto; la veía feliz y contenta y, cada noche, iba a visitarla un hombre. En un tiempo, no le escribí más ni canciones ni nada…
Me mudé a Francia, años después volví, miré su casa y estaba sin vida y con telarañas. Golpeé la puerta y una vecina me dijo que había muerto de tristeza y que había dejado una carta para su admirador. Con inseguridad respondí: "¿Me la puede dar? Llegará a manos correctas".
Cuando me la dio me senté en las escaleras de mi antigua casa a leerla:
“Mi querido admirador:
te has olvidado de mí; luego que dejaste de escribirme, mi primo venía a verme.
Él era mi único consuelo, se vino de Francia a verme y se quedó a cuidarme. Luego, tuvo que irse porque sus vacaciones habían terminado. Se fue y yo, sin estar a tu lado, me hundí en una depresión que solo tus cartas comprenderían, que solo tus canciones me animarían, pero veo que te has olvidado de mí y tienes a alguien más a tu lado”
Él era mi único consuelo, se vino de Francia a verme y se quedó a cuidarme. Luego, tuvo que irse porque sus vacaciones habían terminado. Se fue y yo, sin estar a tu lado, me hundí en una depresión que solo tus cartas comprenderían, que solo tus canciones me animarían, pero veo que te has olvidado de mí y tienes a alguien más a tu lado”
Después de leer esta carta, lloré tanto pero tanto, que no me quedaron lágrimas; fui a tocar la puerta de la vecina que me avisó de su muerte y le pregunté: "¿Cómo murió ella?" A lo que me respondió: “se ató a un palo y se ahorcó; cuando mi marido la encontró- porque ahí trabajaba- ya era tarde. “
Yo me fui llorando, mi amada había muerto. Solo me quedé solo para siempre. Fui a dónde me dijeron que se mató, estaba su sangre y ella no. Me despedí de la vida y me até con la misma soga que ella. "Moriré en agonía, moriré no en paz, moriré".
Yo me fui llorando, mi amada había muerto. Solo me quedé solo para siempre. Fui a dónde me dijeron que se mató, estaba su sangre y ella no. Me despedí de la vida y me até con la misma soga que ella. "Moriré en agonía, moriré no en paz, moriré".
Al decir esto me colgué y adiós mundo cruel..
Yanina Hobaica, 2012, 5º4º
Yanina Hobaica, 2012, 5º4º
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